La semana pasada nos dijo adiós una gran persona. Un ser que era muy buena gente y flamenco por los cuatro costados. Agustín Gómez se nos ha ido a los 78 años.Una buena vida,gozada, bebida y saboreada como el cante de Vallejo que tantas veces me confesó apreciar.
La última vez que departí con él fue en Bujalance y han pasado muchos años. Aquella noche se confesó admirador y defensor a ultranza del cantaor que presentó...un tal, Enrique Morente.
Gustos aparte, Agustín siempre, desde los primeros años como compañero suyo,cuando nos formó en cultura andaluza con los primeros cursos de lo que sería después La Cátedra; siempre me mostró que al FLAMENCO había que acercarse con respeto,estudio y pasión.
Descansa en paz, MAESTRO.