jueves, 28 de marzo de 2024
domingo, 15 de octubre de 2023
sábado, 15 de octubre de 2022
sábado, 25 de diciembre de 2021
lunes, 25 de octubre de 2021
VALLEJO DESENCADENADO
EXISTEN OTROS CANTES MENOS CONOCIDOS DEL GENIAL CANTAOR SEVILLANO.
HEMOS QUERIDO RESCATAR 10 CORTES DE SUS MÁS DE 240 QUE PUBLICÓ.
UN ABRAZO .
https://www.youtube.com/watch?v=lld7-8i9PIU&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=185
https://www.youtube.com/watch?v=-lwkNIetd5c&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=182
https://www.youtube.com/watch?v=PXy5Oqf-bhA&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=174
https://www.youtube.com/watch?v=-Mz8F21KGes&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=159
https://www.youtube.com/watch?v=KSFogBzNEPY&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=145
https://www.youtube.com/watch?v=tGX-dK8lMSQ&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=134
https://www.youtube.com/watch?v=pM9uZ1fRg-Q&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=106
https://www.youtube.com/watch?v=EcxCED1HYhg&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=75
https://www.youtube.com/watch?v=5vG67Clpd0E&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=67
https://www.youtube.com/watch?v=2OndZrl1Jk8&list=PLJo0um3llUi32AmttulRrghQz5GNDDzDN&index=55
LIBERTAD y SALUD PARA DISFRUTARLA.
viernes, 15 de octubre de 2021
VALLEJO CUMPLE 130 AÑOS
CANTE INMORTAL...
¡¡¡AL FINAL LO LOGRÓ MANUEL!!!
SU CANTE NO ESTARÁ EN UN COHETE CAMINO DE LA LUNA...
PERO ESTÁ EN LOS CORAZONES DE LA AFICIÓN.
¿ QUÉ MÁS SE PUEDE PEDIR ?
SU ECO SONARÁ SIEMPRE ENTRE NOSOTROS.
NOS VEMOS MAESTRO, MÁS TARDE QUE PRONTO...
https://www.youtube.com/watch?v=FjhEAqovaZQ
viernes, 8 de octubre de 2021
95 AÑOS DE LA II LLAVE.
MANUEL VALLEJO:
lunes, 5 de julio de 2021
sábado, 19 de junio de 2021
HOMENAJE DE VALDERRAMA
UNO DE SUS ALUMNOS MÁS AVENTAJADOS Y UNA MUY BUENA PERSONA,JUAN VALDERRAMA,LE DEDICA UNOS CANTECITOS A
MANUEL.
DIÓS LES BENDIGA A AMBOS.
https://youtu.be/ecj1OZzEcTY
https://www.youtube.com/watch?v=ecj1OZzEcTY&fbclid=IwAR2OdrRl7ClvPv7kFPcn9PMp7pOG4QuhQyziTIIgdIfcuEP_6F88dz9Aoc0
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jueves, 15 de octubre de 2020
129 AÑOS ...MANUEL VALLEJO, EL FARAÓN SIN CORONA.
MANUEL VALLEJO, 129 AÑOS.
Manuel Jiménez Martínez de
Pinillos, Manuel Vallejo para la grandeza del flamenco, vino al mundo un 15 de
octubre de 1891 en Sevilla con aires jerezanos en sus pulmones, ya que sus
lamentos, dicen que se escuchaban por sones
siguiriyeros del Sr. Molina. De eso
hace 129 años ya.
Baste
esta pequeña broma introductoria para devolver una ínfima porción de realidad
flamenca al cantaor más antológico
completo y redondo que haya nacido hasta hoy. Un cantaor enciclopédico, como le
gusta a la afición flamenca recordar a sus grandes maestros y Manuel Vallejo
estuvo, está y estará en ese exclusivo olimpo por méritos contrastados y reconocidos, de forma tardía,
pero ahí están. Hoy desde Emilio Jiménez Díaz hasta Manuel Martín Martín, han
reconocido el evidente e injusto marasmo que sufrió Vallejo por motivos ajenos
a su valía como artista.
Y es que desde su muerte en 1960 hasta
1990, Vallejo no existe en la memoria colectiva flamenca. Tres décadas de
silencio para vergüenza de la afición y orgullo de unos cuantos; de plumillas
bebedoras y mejores comedoras, como diría aquel periodista con mayúsculas.
Pasarán
¡treinta años! Para volver a oir hablar de nuevo del pequeño cantaor sevillano,
a raíz de la celebración que le organizan sin complejo alguno, sus biógrafos
oficiales, a los que cariñosamente conocemos como “ Los
tres Manolos”: (Yerga Lancharro, Centeno y Cerrejón). El
motivo no puede ser más apropiado, el centenario de su nacimiento en 1991 .El
lugar elegido : “Torres Macarena”. Una de las peñas flamencas con más solera de
Sevilla.
Dos semanas de homenajes y conferencias con
respetuosas opiniones de voces nada sospechosas como la de Miguel Ríos Ruiz,
Miguel Acal, Gonzalo Rojo o Ángel
Álvarez Caballero. Todos con sumo respeto aportan datos que contrastan con ese
silencio que parece nadie quiere acometer.
Ni
siquiera Chano Lobato cuando recuerda las rarezas de Manuel, sólo comenta que
no aceptaba la presencia de quienes no mostraban respeto ante su persona. Que
el mismo tomaba en “La Campana”
cafés con el maestro y veía cosas que no le gustaban y entendía
perfectamente su proceder.
Juan
Valderrama, Luis Caballero, Enrique Orozco y La Niña de la Puebla estarán esa
primera semana de octubre de 1991, intentando acercar con vivencias y datos la alargada
sombra de Vallejo. También se lanza una edición especial de “Sevilla Flamenca”. Se tira la casa por la
ventana y Pasarela edita una bella caja numerada de mil unidades, con un muy
acertado disco, una réplica de la II Llave de Oro ganada en 1926 y un llavero
de la Copa Pavón ganada en 1925. Toda una “joya”magníficamente ilustrada que no intenta
paliar nada, salvo el flagrante silencio cometido hacia un profesional que no
merece por personalidad artística y antológica obra, semejante trato. Un legado
que Vallejo construyó durante cuatro décadas y que otros se encargaron de
borrar, o cuando menos, ocultar de la bibliografía oficial.
Manuel Vallejo conoció tres épocas muy
distintas a lo largo de su vida profesional. La inicial, formativa, que le
lleva hasta 1920 y coincide con el final de una etapa flamenca; otra de éxito
en calidad y cantidad que podemos fechar entre 1923 y 1950 y una tercera de
ostracismo hasta su muerte en 1960.
Lo que nunca conoció Manuel Vallejo en vida
fue la mediocridad. Sus últimas grabaciones de 1950, con Paco Aguilera a
la guitarra son de un temple y una calidad exquisita. Nada tienen que envidiar
a las primeras de 1923 con Ramón Montoya. Su poderosa voz, permanece
segura y con el timbre tan visceral que
siempre le caracterizó. Parece mentira estar escuchando al mismo Vallejo de los
años veinte, ahora con sesenta años a cuestas.
Mantener
ese nivel con un repertorio de más de 20 palos diferentes le dan derecho propio
a estar en cabeza de cartel tres décadas seguidas. Derecho a pasar a la
historia del flamenco como leyenda sagrada a la misma altura de la genial Niña
de los Peines, quien siempre que pudo alabó en público y privado su figura.
Vallejo estará los mismos treinta años, pero
oculto en un cajón de fandangueros y
otros estilos que molestan al flamenco de turno en estos años 60 y 70. Cantes y
cantaores que desaparecen de la escena y lo más grave, de la historia escrita
flamenca. Sólo porque no interesan en los años venideros.
En 1891 ya muerto Silverio y con un
joven Antonio Chacón que todavía no se
ha ganado el “ Don”, viene al mundo Vallejo. Son tiempos de Cafés Cantantes donde un pequeño Manuel
apenas puede asomar el cogote por edad en estos ambientes. Sin embargo, pregona
por las calles sevillanas vendiendo toda clase de viandas y despertando en el
vecindario una atención y un interés que jamás perdería ya durante décadas.
Vallejo
es el cantaor más completo que he escuchado. No son palabras mías, lo dijo en
plenitud una tal Pastora Pavón Cruz. Y
es que la Niña de los Peines sabía muy bien ya en los años treinta cómo se las
gastaba el pequeño gran cantaor payo de la vieja calle San Luis. Sabía, como
compañera de faena, que Vallejo tenía cristalitos en la barriga para alicatar
tres cuartos de baño. Ahora bien, ¿Vallejo es el mejor cantaor de la historia?
No. ¿Cantaores mejores? , seguro. ¿Más jondos?, por supuesto y ¿con una voz más flamenca?, a
montones. Pero ¿que hayan cantado
tanto como Vallejo y de forma tan redonda en el tiempo?…pocos. Sólo en esta
balanza nos aparece la imagen de La Pastora Divina.
En
estos años (1920-1950) Vallejo deja grabadas 23 siguiriyas de todos los
estilos; 24 bulerias con un dominio del compás y una velocidad que hacen jalear
al más pintado; otras tantas saetas; 17 malagueñas; 28 granadinas y medias; 8
fandangos por soleá (creación personal) y así hasta casi 150 placas que dan
unos 245 cantes para deleite de todas las generaciones.
¿Quién
deja semejante legado? ¿Escacena?,¿El Mochuelo?
Y lo
más ¡¡¡flagrante!!!
¿Quién
dejando semejante legado puede ser arrinconado y olvidado en un triste cajón
treinta años?
Afortunadamente
esto no siempre fue así. Manuel Vallejo tuvo una personalidad muy fuerte,
retraída, rara, que le granjeó pocas amistades en vida y muchos problemas. Otra
cosa es su trono profesional que se mantuvo seguro y firme mientras estuvo
encima de un escenario. En algunos de sus cantes grabados hace referencias tanto él mismo como los que le jalean: “y decían que no podía”,“eso es cantar…”…se escucha de fondo en muchos de sus
cantes.
En
sus primeros años se pateará toda España
aprendiendo el duro oficio de los escenarios en eternas turnés. Siempre muy
bien acompañado y aprendiendo un serio oficio
que merece toda su dedicación.
Manolo
Cerrejón en su homenaje en forma de
libro, junto a Juan Luis Franco: “Manuel
Vallejo: Vida y obra de una leyenda del flamenco”( Giralda,2002) ,
incluye una multitud de carteles donde se aprecian las interminables giras
hasta fuera de España y el rango que va adquiriendo nuestro pequeño gran
cantaor.
Barcelona
será una plaza donde pasará varios años de su juventud aprendiendo los
sinsabores del cante, en una década (1920) donde las cosas están cambiando muy
rápido para el país y donde el flamenco no iba a ser menos. Parece sacar la
cabeza de los cuartos, de los escasos cafés cantantes y reservados, para
suscitar el interés de otros campos culturales más extensos como teatros y
plazas. Los jóvenes y no tan jóvenes desean dignificar el flamenco llevándolo a
otros ambientes y dando a conocer una música que se intenta buscar un sitio en
una España emergente y convulsa.
Será el Concurso
de Granada de 1922 el que abrirá la puerta de par en par hacia nuevos
escenarios donde recibir al flamenco. Grandes personalidades culturales como
Falla y Lorca juegan en otra dimensión y su interés como músicos por el cante
jondo hará de espaldarazo para salir de la cueva donde lleva metido el cante
doscientos años.
Que
hoy, un siglo después de ese primer concurso, se siga hablando de aquello, de
lo que allí sucedió, es algo digno de análisis. Se recuerda al Tenazas de Morón
y a un joven Niño Caracol de doce años como los ganadores. Pero quien de verdad
salió ganador fue el propio flamenco, que aprovecha la prensa del momento y la
visión empresarial y teatral del evento, para dejar inaugurada una nueva etapa para nuestro arte.
La
mal llamada: “Ópera Flamenca”,
que pese a quien le pese, es la época dorada del cante flamenco por calidad y
cantidad. Casi un centenar de profesionales los que brillarán en esta nueva
etapa flamenca. Unos más completos que otros, pero todos con aportaciones de
una manera u otra al flamenco.
No
creo que haya habido muchos ejemplos en la historia ni de la música ni de
cualquier otra representación artística con semejante nivel de influencia en el
resultado final. De calidad contrastada. Sería digno de estudio a nivel
socioeconómico, el momento en que el
flamenco empezó a ser una salida laboral para ganarse la vida ejerciendo de
profesional del cante en estas tres décadas (1920-1950). El nivel alcanzado
para ello que jamás se ha vuelto a repetir. La profesión que hasta entonces
había sido pasto de maleantes, cuatro borrachos y gente de mala vida, queda
fijada en estos años como una profesión de la que poder aglutinar multitud de
salarios, de responsabilidades. Antes se “lismonea” al cantaor de cuarto cuando
algún señorito quería fiesta. Esto duró más de un siglo. Ahora son teatros y
compañías las que encierran familias enteras que vivirán del trabajo de unos
contratos y registros laborales. Se lleva lo jondo a otras dimensiones bajo
unos cánones muy establecidos. Con intereses, porcentajes y beneficios de
empresarios muy interesados.
Tanta
variedad de melismas y riquezas flamencas jamás se han vuelto a escuchar como
en esta época. Sólo con nombrar a cuatro de ellos es suficiente para alcanzar
una mínima visión de lo que fueron esos años con dos guerras de por medio y del
nivel donde Vallejo reinó: Don Antonio
Chacón, Pastora, Marchena y Cepero. Todos brillan con luz propia durante
esta denostada etapa. Sí denostada. Nunca le han atizado más al flamenco que en
esta etapa de Ópera Flamenca.
Siempre
se dijo que no existen cantes buenos o malos, sólo existen cantes buenos y
cantes mejores y suenan igual de bien en un teatro como en un cuarto. Lo que
hay es que buscar a cantaores dignos, buenos o geniales que llenen teatros o
plazas de toros.
Está
pasando hoy día con jóvenes que meten a cincuenta mil personas en una plaza de
toros y ciertas plumas quieren volver a rescatar la “ confusión”. No señores,
el flamenco tiene más de dos siglos de talento en sus vitrinas con una base sólida donde beber. Para los que
quieran beber de esas fuentes.
Vallejo en el adiós de Chacón, ya no se bajará del primer escalón
del cartel. Cobrando más que nadie, recibirá premios en férrea competencia
tanto de Marchena, Pepe Pinto o Cepero. No aparece un Vallejo de 33 años como
por arte de magia para ganar la Copa Pavón. No estuvo en Granada en el 22 y
pudo haber estado en ese mítico concurso, salvo que tuvo problemas serios de
voz y alguna que otra inseguridad personal que no le animó a asistir.
Pero
Vallejo ya estaba hecho como cantaor y cuando recibe la copa Pavón en 1925, Don
Antonio le dice aquello de: “te la doy
porque te la mereces, pero “la vieja” (por Marchena) ganará más dinero que tú”.
Sabias palabras de quien veía en Vallejo al más fiel heredero del cante
flamenco tradicional, o si quieren, cante puro. Aunque no me gusta nada ese
término “pureza”. Otro complejo más del que desprenderse. Dejémoslo ahí.
Chacón,
el genial cantaor jerezano, ya muy trillado en 1926, cuando le otorga la II Llave de Oro a Vallejo, sabe que
Pepe Marchena es otra cosa y que lleva un baúl extra en su cabeza, corazón y
garganta.
Es
curioso ver que la II Llave de Oro la otorga Don
Antonio Chacón y la entrega en mano Manuel
Soto Loreto, Manuel Torre para la
afición y cuya presencia en ese acto (sin galgos) cierra para mí la
cuadratura flamenca. Ninguna otra llave
puede tener la GRANDEZA FLAMENCA que
tiene la de Vallejo en 1926. ¡ Es imposible !
Don Antonio Chacón y Manuel Torre que debieran
tener las suyas propias por duplicado, como
también Pastora Pavón, que son las almas
y biblias flamencas hasta entonces y pasados ya cincuenta años de la primera
entrega; ellos que han llevado el cante del XIX al XX ,desde la ultratumba a
los teatros y plazas.
Son
ellos quienes tienen el HONOR de darle a un joven y pequeño cantaor llamado
Manuel Vallejo la 2ª Llave de Oro del
cante. ¡Ea! ¡Ahí queda eso!
Manuel
Vallejo como leyenda flamenca merece memoria eterna por su singular personalidad
como artista, por una originalidad
creadora en fandangos y cantes festeros
y su pleno conocimiento durante más de tres décadas del oficio de
cantaor. ¿Se imaginan ustedes lo que supone reinar en cualquier campo artístico
durante esa barbaridad de tiempo?
Pues
eso es lo que hizo Vallejo desde 1923 hasta 1952. Dominar el mundo del cante en
España de principio a fin. Un mundo donde se topó con enormes rivales que
intentaron bajarle de ese pedestal que ocupó mientras pudo grabar, mientras fue
“el faraón” del cante flamenco. Y aún
así, todavía Sevilla le niega una mísera escultura en alguno de sus
múltiples parques .No hace falta que sea en el barrio de la Macarena. ¿Qué podemos hacer la afición para
poder ver restaurado este ilustre apellido en Sevilla?
¿Qué
necesita Manuel Vallejo para que su casa le devuelva una ínfima parte del
prestigio ganado por el pequeño cantaor republicano? ¿Dinero? … ¿Políticos? …
Ahí van los primeros 500 € si de eso se
trata…pero que la Confederación de Peñas Flamencas de Sevilla o quién
correspondan ,no hagan nada año tras año…lustro tras lustro…década a
década y que hasta la mismísima Rosalía
rescate unos tangos de Manuel y pegue el
pelotazo…es para darle la patá a la bici o mandarles a todos a…
El
año próximo serán 130.
¡¡¡ VIVA VALLEJO !!!
viernes, 7 de agosto de 2020
60 años sin VALLEJO.
"60 AÑOS QUE DEJÓ DE RESPIRAR".
Un 7 de agosto de 1960 daba su último suspiro el genial cantaor sevillano MANUEL VALLEJO.
Estando en el Café Maravillas se indispuso y una semana después murió, casi sólo y totalmente olvidado en la ciudad que durante dos décadas le vio reinar.
Desde entonces, cada año recordamos fechas señaladas como implorando por Manuel.¿Qué necesidad hay de eso?
Vallejo fue Llave de Oro y primera figura de cartel siempre.
Hace 30 años se le dio un gran homenaje en la peña Torres Macarena,que ayudó a recuperar en parte su presencia para la afición y hoy está más vivo que nunca gracias a músicos como Morente (Omega) o a la mismísima Rosalía. Así que dejemos de pedir la luna a ciertos políticos, que ni saben ni van a querer saber quién fue un cantaor que lleva 60 años bajo tierra extraña.
Celebremos poder disfrutar de su antológica obra (238 cantes en 13 Cd´s) con una calidad sonora muy decente y dejar descansar esos vinilos y cintas negras.
Sólo muy de cuando en cuando y a cuenta gotas, iremos redescubriendo a la persona que hubo detrás de tan brillante flamenco, gracias a impagables esfuerzos particulares de personas como Cerrejón,Bohórquez o Martín Ballester .GRACIAS y
¡Viva Vallejo!
Un fuerte abrazo.
martes, 12 de mayo de 2020
ÁRBOL GENEOLÓGICO DE MANUEL VALLEJO (I)
NUEVOS DATOS: GENEALOGIA DE MANUEL VALLEJO - RAICES
Apelldo: Jimenez.
La ascendencia familiar más lejana de Manuel Jiménez Martínez de Pinillo “Manuel Vallejo” que, yo he investigado, la encuentro en los albores de mediados del siglo XVIII. Para ellos tenemos que viajar en el tiempo hasta la localidad sevillana de Paradas, lugar donde se produce el nacimiento de Juan Jiménez Cabello (bisabuelo por línea paterna del cantaor Manuel Vallejo), que vino al mundo el día 23 de septiembre de 1797, hijo de José Jiménez y Juana Cabello. Quizás buscando una mejor forma de vida, Juan Jiménez marcho a vivir a Sevilla donde, contrajo matrimonio con Ana Salazar Planerez (bisabuela por línea paterna del cantaor Manuel Vallejo), (Sevilla 1800) hija de Agustín Salazar y de Maria Planerez.
Juan una vez instalado en la capital hispalense, ejerció el oficio de albañil. En el año 1862, el matrimonio estaba domiciliado en la sevillana calle Coliseo nº 3, perteneciente a la parroquia de San Pedro, vivienda, como era muy habitual en aquellos años, compartida con varios vecinos más. Fruto de este matrimonio nació en Sevilla el día 15 de noviembre de 1841 Joaquín Jiménez Salazar (abuelo por línea paterna de Manuel Vallejo.
Joaquín Jiménez Salazar, al contrario de su nieto Manuel Vallejo que, no fue un hombre de mucha estatura 1m. 580 milímetros, fue más alto que este y que la media nacional que a mediados de siglo no estaba muy por encima de 1 m., 650 milímetros Joaquín fue llamado a quintas en el año 1862, siendo su tallaje el de 1m.723 milímetros. Alego ser hijo de sexagenario, certificando con ello informe del párroco de Paradas, sus razonamientos fueron considerados quedando exento de ingresar a filas.
Apellido: Vallejo.
En la localidad extremeña de Olivenza (Badajoz), nació en el año 1805 Antonio Vallejo Martin, (bisabuelo por línea paterna del cantaor Manuel Vallejo), hijo de Francisco Vallejo y Francisca Martin (pronto dejo atrás el paisaje extremeño para instalarse de forma definitiva en Sevilla, contrajo matrimonio con Rita Molina (bisabuela por línea paterna del cantaor Manuel Vallejo). En el año 1865, consta domiciliado con sus hijos en la sevillana calle Paladero nº 10, perteneciente a la parroquia del Salvador, su oficio era el de vendedor de pescado. Por las fechas citadas ya había enviudado de su primera esposa Rita Molina, antes de ese suceso, nacieron fruto de esa relación que yo tenga conocimiento cinco hijos: Josefa Vallejo Molina (Sevilla 1828), consta tener 37 años. Hija de Antonio y Rita. Padrón de 1865 Antonio Vallejo Molina (Sevilla 1831), consta 34 años de edad, casado, pescadero, hijo de Antonio y de Rita. Padrón de 1865. Manuel Vallejo Molina (Sevilla 1844. Bautizado en Salvador), consta 21 años, soltero, cortador, Hijo de Antonio y Rita, Quinta 1863 dado por inútil. Padrón de 1865. Manuela Vallejo Molina (Sevilla 1849), consta tener 16 años. Hija de Antonio y Rita. Padrón de 1865. Para el último lugar hemos dejado a Dolores Vallejo Molina (Sevilla 1841).
El destino quiso que, estas dos familias descritas hasta ahora se entroncasen familiarmente Joaquín Jiménez Salazar, (abuelo por linaje paterno del cantaor Manuel Vallejo), aquel joven de padre paradeño y madre sevillana se unió en matrimonio con Dolores Vallejo Molina (abuela por linaje paterno del cantaor Manuel Vallejo) . En el padrón anteriormente citado de la calle Paladero nº 10 de 1865, ambos ya constan como matrimonio, domiciliados con el resto de la familia Vallejo. Joaquín empezó a ejercer el oficio de su suegro Antonio Vallejo, esto es, el de pescadero. Por estas fechas el joven matrimonio aun no habían tenido descendencia, no tardaría en llegar el fruto de su amor.
El día uno del caluroso mes de agosto de 1865 a las once de la noche nació Manuel Jiménez Vallejo (padre del cantaor Manuel Vallejo). Domicilio calle Paladero nº 10. Parroquia del Salvador.
Apellido: Martínez de Pinillo
Francisco Martínez de Pinillo Martin (Sevilla 1836). Oficio: Empleado (Abuelo por linaje materno del cantaor Manuel Vallejo), hijo de José Martínez de Pinillo y de Desamparado Martin. Contrajo nupcias con Antonia Vara Gavino. (Sevilla 1842).Hija de José Vara y Francisca Gavino. El matrimonio en el año 1875 estaba domiciliado en la calle Guzmán el Bueno nº 4 de la parroquia de la Sagrario, junto a ellos aparece una niña que según padrón contaba la edad de seis años, la hija del matrimonio Manuela Martínez de Pinillo Vara, la que con el tiempo se convertiría en la madre del cantaor Manuel Vallejo.
En 1895 el matrimonio Martínez de Pinillo Vara ocupaba la vivienda nº 81 de la Calle Palmas, perteneciente a la. Parroquia de San Lorenzo. La familia había crecido y en el año 1879 habían vuelto a ser padres, esta vez fue un varón José Martínez de Pinillo Vara (tío por linaje materno del cantaor Manuel Vallejo)
Continuara…….
A. C. Escobedo.
NUEVOS DATOS: GENEALOGIA DE MANUEL VALLEJO - RAICES II.
Continuación.
En los padrones del año 1900 y 1902, la familia estaba domiciliada en la calle Santa Ana nº 30 de la parroquia de San Lorenzo.
De Manuel Vallejo tenemos referencias que eran muy devoto del Cristo del Gran Poder, y como un extraordinario saetero que también fue en más más de una Semana Santa le canto. Se entiende que sus abuelos maternos y su tío José que durante varios años fueron vecinos cercanos de la parroquia de San Lorenzo, lugar donde permanece el Cristo del Gran Poder. Manuel que seguro que los visitaría con cierta frecuencia, debió de familiarizarse con el mencionado Cristo, muy querido y venerado por el pueblo sevillano
.
Padres y hermanos del cantaor Manuel Vallejo.
Manuel Jiménez Vallejo (Padre del cantaor Manuel Vallejo), quedo huérfano de padre siendo muy niño, cuando él nació en el año 1865, su padre contaba la edad de 23 años, en el padrón de Sevilla del año 1875, su madre Dolores Vallej
o Molina que, contaba entonces 33 años de edad ya había enviudado de su marido Joaquín Jiménez Salazar. En el citado año vivía en el hogar paterno junto a su hijo Manuel que entonces contaba 10 años de edad. El padre de Dolores, Antonio Vallejo Martin que había enviudado de su primera esposa Rita Molina, contrajo segunda nupcias con Faustina Delgado Alfaro (Ayamonte - Huelva 1825) Toda la familia, inclusive los hermanos de Dolores estaban domiciliados en la calle Leoncillos nº 10.
Manuel Jiménez Vallejo contrajo matrimonio con Manuela Martínez de Pinillo Vara, fruto de esa relación, vinieron al mundo cinco hijos por este orden.
Joaquín Jiménez Martínez de Pinillo (1887) Manuel Jiménez Martínez de Pinillo (15-10-1891) Manuel Vallejo Anastasio Jiménez Martínez de Pinillo (1894) Antonio Jiménez Martínez de Pinillo (1896) Dolores Jiménez Martínez de Pinillo (1898) Fallecida a corta edad.
DOMICILIOS DONDE HABITARON MANUEL VALLEJO CON SUS PADRES Y HERMANOS
Libro de Empadronamiento Año 1895. Calle Padilla Nº 1. Parroquia San Marcos Libro de Rectificación de Empadronamiento Año 1899 Plaza de Santa Marina nº .7. Parroquia de Sta. Marina. Libro de Empadronamiento Año 1900. Plaza de Santa Marina nº .7. Parroquia de Sta. Marina. Libro de Rectificación de Empadronamiento Año 1902. Calle Bustos Tavera nº 6 bajos. Parroquia Sta. Catalina.
Dolores Vallejo Molina (abuela por linaje paterno de Manuel Vallejo), siempre vivió con su hijo Manuel, su nuera Manuela y nietos hasta el final de sus días.
Su nacimiento
Manuel Jiménez Martínez de Pinillo “Manuel Vallejo” nació en la ciudad de Sevilla a las 12 horas del día 15 de Octubre de 1891, en la casa número 1 de la barreduela de Padilla, situada en el barrio de San Marcos. La inscripción de su nacimiento se efectuó en el registro civil del distrito de San Roman.
Su muerte
A las 15,30 horas del domingo 7 de Agosto de 1960, como consecuencia de "ictus apopléticos". Manuel Vallejo dio el último suspiro de vida en el Hospital de de las Cinco Llagas, conocido también como Hospital Central y Hospital de La Macarena.
Reconocimientos más relevantes a lo largo de su vida artística.
El 24 de Agosto de 1925 conquista la Copa Pavón en el madrileño Teatro Pavón de la calle de Embajadores, por un jurado presidido por don Antonio Chacón. En su actuación, fue acompañado por el guitarrista don Ramón Montoya. En el concurso intervinieron los artistas: El Mochuelo, Cojo de Málaga, Escacena y Pepe Marchena.
De la mano del dueño de los sonios negros Manuel Torre recibió Manuel Vallejo la noche del cinco de octubre de 1926 la “Llave de Oro del Cante”, era la segunda llave que se hacía entrega dentro de la historia del arte flamenco. La primera fue concedida al cantaor portuense Tomas Vargas Suarez “Tomas El Nitri”, en el último tercio del siglo XIX en la localidad sevillana de Carmona, recibiendo dicho galardón de la mano de Antonio Franco Camacho “Tío Maero” (Alcalá de Guadaira 1840+1919 Carmona).
El día 14 de Febrero de 1982 se procedió a la inauguración de una placa en su memoria colocada en la fachada de la casa número 28 de la calle San Luis, entrada actual de la que ocupó el número 1 de la llamada barreduela de Padilla, donde nació Vallejo, de esta forma la ciudad de Sevilla le rendía tributo a uno de los mejores cantaores que se han dado dentro de la historia del mundo flamenco.
.
A. C. Escobedo.