Ángel Sampedro Montero (1908-1973) ha sido un claro ejemplo del cantaor privilegiado que buscó ganarse la vida fuera de lo jondo y fuera de España.
Este madrileño de nacimiento y argentino de adopción,pasa a la historia del cante con el honor de ser identificado por un palo (la milonga).Ha ocurrido en ciertas ocasiones, semejante dominio con un concreto estilo o cante;pero con la devoción de Angelillo por la milonga,nadie.
Empezó joven (14 años) y se codeó con las grandes figuras por todo el país.Su voz bonita y llena de lujos melismáticos,posee el trino de la época y los adornos que tanto cabrean a cierto sector que pasa por ser lo jondo de este mundillo.Tuvo que emigrar,como tantos, por la guerra.Supo buscarse la vida en la copla y el cine.Ganó mucho dinero.Tenía planta y daba el tipo de galán.Idolatrado, nos viene hoy a esta ventana, por su dominio en el fandango,los cantes de ida y vuelta y la susodicha,milonga.Verdadero maestro.
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